El coche eléctrico fue anterior al de gasolina, aunque las desventajas tecnológicas le hicieron perder la partida Los vehículos eléctricos están recibiendo mucha atención últimamente, sin embargo no son una novedad. De hecho, fueron de los primeros coches inventados pero perdieron la batalla frente
a los vehículos convencionales porque la tecnología de las baterías estaba poco desarrollada y el precio de la gasolina era bajo. Hoy los retos para el coche eléctrico siguen siendo los mismos que hace 100 años.
La demanda del consumidor. Hay varios factores en España que favorecerían la adopción del coche eléctrico por parte de algunos consumidores. Por ejemplo, gran parte de la población vive en ciudades o próxima a ellas, donde los recorridos son más cortos y los coches eléctricos son más competitivos. No obstante, los estudios también indican que los consumidores están muy interesados en mejorar el medio ambiente, pero por el momento no están dispuestos a pagar mucho por hacerlo.
La demanda del consumidor. Hay varios factores en España que favorecerían la adopción del coche eléctrico por parte de algunos consumidores. Por ejemplo, gran parte de la población vive en ciudades o próxima a ellas, donde los recorridos son más cortos y los coches eléctricos son más competitivos. No obstante, los estudios también indican que los consumidores están muy interesados en mejorar el medio ambiente, pero por el momento no están dispuestos a pagar mucho por hacerlo.
Así, el reto para el coche eléctrico sigue siendo ser más atractivo económicamente que un vehículo convencional. Hoy el gasto de un coche eléctrico es sólo ligeramente superior al del vehículo convencional (36 euros por cada 100 kilómetros recorridos frente a 32 euros). Un vehículo eléctrico es más barato para operar pero más caro en su adquisición y los consumidores son generalmente reacios a cambiar, especialmente si en la comparación la inversión inicial que deben realizar es mayor.
La tecnología. Hoy en día, las perspectivas para los coches eléctricos han mejorado gracias a los avances en la tecnología de baterías. Pero el corto recorrido de los coches eléctricos va a limitar su mercado potencial. Incluso las estimaciones más optimistas limitan los coches eléctricos a un pequeño porcentaje (del 2% al 20%) de la flota total, que en su mayor parte seguirá siendo de vehículos convencionales. Superar estos retos requerirá una inversión significativa por parte del Gobierno y empresas en varios sectores. Como buenos gestores de los recursos de nuestros conciudadanos o accionistas, tenemos la obligación de entender qué vamos a recuperar de toda esta inversión.
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